Por Claudio Pardo Molina.
En esta columna de opinión compartiré contigo la preocupación que siento al ver una creciente intolerancia política en las redes sociales cuando alguien opina respecto de cualquier tema de interés público, y creo que su causa es la homofilia política, palabra que acabo de descubrir y quiero compartir contigo.
Se denomina homofilia, literalmente «amor a los iguales», en este caso, a la tendencia de las personas a sentirse atraídas hacia otros con las mismas creencias o ideas políticas. En caso contrario, es un rechazo completo a quien piensa diferente, alimentando la intolerancia.
Hasta hace poco no conocía esta definición y la escuché de un investigador quien advertía que los algoritmos de las redes sociales, a partir de nuestros likes nos bombardeaban de más información, pero siempre similar, creando una falsa ilusión de realidad y veracidad. Estos terminan reafirmando nuestras ideas base, haciéndonos simpatizar sólo con personas que opinan igual.
Con este nuevo concepto me acordé de un chiste que escuché hace años atrás, que sin tener la intención de ser xenófobo, explica dónde nace la homofilia política. Te lo cuento ahora «Un gallego va manejando por una carretera de una sola pista, esquivando peligrosamente a todos los otros vehículos que manejan en la dirección contraria a él, y le tocan la bocina muy molestos al pasar por su lado. Enfurecido, mira el mapa, que tenía al revés sin saberlo, confirmando que manejaba en el sentido correcto, pero por las dudas activa su celular, donde ve una noticia en desarrollo, en esta anuncian que un loco está manejando contra el tránsito. El gallego reacciona gritando ¡No ez un loco, zon todoz!».
Del chiste se desprende lo peligroso que es construir la realidad sólo con nuestro propio punto de vista, ya que nos impide mejorar nuestras decisiones y podría llevarnos a manejar contra el tránsito, poniendo en riesgo nuestra vida y la de los demás.
En el caso de las redes sociales es similar, ya que los algoritmos nos hacen ver sólo las noticias que coinciden con nuestras ideas base, reforzando dramáticamente la polarización política en este año eleccionario. Pero no todo está perdido, porque quizás sólo falta que nos salgamos de la carretera y comencemos a buscar opiniones diferentes a las propias. Atrévete a escuchar a quienes piensan diferente y trata de desentrañar las razones tras sus puntos de vista, capaz que mejore tu dirección.
claudio.pardo.molina@gmail.com