¿Sintieron el temblor?

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Por Claudio Pardo Molina.

Esta semana me he encontrado varias veces con la sensación de que está temblando. Una vez que se ha detenido este supuesto movimiento sísmico, he tratado de contrastar mi sensación con las noticias de internet, descubriendo muy a mi pesar, que tuve algo que llamaré como un «temblor psicológico». Efectivamente, así como existen los embarazos psicológicos, yo creo que también podemos llegar a imaginarnos que está temblando.

Tantas veces tuve la sensación psicológica de que estaba temblando, que al final concluí que solo estaba proyectando escenarios posibles. Para confirmar cuán perdido estaba, me fui a la ONEMI y descubrí un dato muy interesante, cito textual «en los últimos cinco siglos, cada 10 años se ha registrado un terremoto de magnitud superior a 8 en alguna parte del territorio nacional». Siguiendo esta línea de pensamiento, si el gran terremoto fue el año 2010, es muy probable que mi inconsciente me esté avisando que muy pronto deberíamos tener un gran sismo ¡De hecho debió haber ocurrido el año 2020!

Ahora bien, si los terremotos se pueden predecir por su periodicidad, sin conocer claramente las causas que lo provocan, de este mismo modo, en nuestro país tenemos terremotos sociales habituales, sin que los historiadores estén completamente de acuerdo respecto de su origen. A pesar de esta falta de acuerdo sobre su causalidad, si podemos reconocer la frecuencia con que se libera esta energía social, que explico en mi libro Golpe de estado en Chile, año 2030. En el libro que publiqué en Amazon, concluyo que en promedio, cada 40 años de gobierno, hemos tenido graves revueltas sociales, con la consecuente pérdida de valiosas vidas humanas.

Luego de esta tremenda vuelta de ideas me surge otra sensación psicológica ¿sienten que se acerca otro estallido social? Yo creo que sí, pero al igual que la ONEMI, pienso que deberíamos hacer un manual con recomendaciones de acción para cuando esto ocurra. De hecho quiero terminar esta columna de opinión con un poco de meliorismo, formulando un par de medidas que podrían mitigar la energía social que se liberará de un momento a otro. Propongo que tratemos a los demás con una honesta tolerancia y fraternidad, mientras dura la cuarentena, e incluso después de que se levanten las restricciones ¿será mucho pedir? Ya que, aunque no puedo detener los terremotos, si quisiera suavizar el efecto de los movimientos sociales.

claudio.pardo.molina@gmail.com