Tras siete años de planificación, el piloto chileno Sebastián “Ardilla” Álvarez, nuevamente hace historia al saltar en paracaídas desde el Burj Khalifa, ubicado en Dubái, el edificio más alto del mundo con más de 829 metros de altura.
La increíble hazaña deportiva no solo impacta por sus vertiginosas imágenes, sino también porque es la primera vez que se otorgan los permisos para realizar un salto desde este rascacielos, lo que requirió realizar modificaciones al piso 139 de esta estructura.
“Toda la vida me he preparado para este tipo de proyectos. Me invitaron a participar junto a los mejores del mundo para lograr un salto impactante y seguro. Son cerca de 600 metros de altura, por lo que realmente fue un desafío que empujó los límites del vuelo humano”, explica el atleta de Red Bull, quien comenzó su carrera en la Fuerza Aérea de Chile.
El salto contempló también la participación de un grupo selecto de paracaidistas de talla mundial, entre los que destacan Jokke Sommer (Noruega), el español Dani Roman, Miles Daisher de Estados Unidos y el australiano Chirs Mcdougall.