Un Durante 2025, de acuerdo con cifras de Check Point Research, las empresas de América Latina enfrentaron un promedio de 3.048 ciberataques semanales por entidad, lo que representó un incremento del 17 % respecto al año anterior. Este aumento no solo refleja un mayor volumen de incidentes, sino también una evolución en su complejidad: ataques cada vez más sofisticados, técnicas que logran ocultarse dentro de comportamientos normales de los sistemas y campañas automatizadas que desafían los modelos tradicionales de detección.
En este escenario, distintas empresas de la región han comenzado a desarrollar nuevas herramientas de ciberseguridad impulsadas por inteligencia artificial, con un enfoque distinto al histórico. En lugar de limitarse a reaccionar frente a incidentes ya ocurridos, estas soluciones buscan anticipar y predecir los ciberataques antes de que se materialicen. Es el caso de la compañía chilena Orión, que recientemente presentó vigIA, un servicio diseñado para incorporar capacidades predictivas a la operación de seguridad de las organizaciones.
¿De qué se trata este nuevo enfoque?
vigIA by Orión se presenta como una capa adicional de ciberseguridad para las empresas que se integra a los servicios y centros de operaciones de seguridad existentes, sin requerir migraciones complejas. Su objetivo principal es detectar señales tempranas de riesgo que suelen pasar inadvertidas en los esquemas tradicionales, especialmente aquellas amenazas que se mimetizan con la actividad cotidiana de usuarios y sistemas.
El servicio combina monitoreo 24/7, análisis avanzado y modelos de inteligencia artificial entrenados con datos reales, lo que permite identificar patrones anómalos, reducir falsos positivos y priorizar eventos críticos. A su vez, las amenazas son contextualizadas mediante frameworks como MITRE ATT&CK, facilitando una comprensión clara de su naturaleza y posible evolución.
Este proceso es orquestado por un equipo multidisciplinario que aporta una visión de seguridad 360°, integrando mentalidad ofensiva, capacidades de contención y trabajo colaborativo, asegurando que la tecnología no solo detecte amenazas, sino que sea continuamente validada y optimizada por expertos con perspectivas complementarias.
“En el contexto actual, donde los ataques se esconden dentro del comportamiento normal de los sistemas y evolucionan constantemente, contar con servicios de este tipo permite a las empresas adelantarse a escenarios de riesgo que de otra forma solo se harían visibles cuando el daño ya está hecho. Con vigIA logramos detectar exfiltración de datos, actividades anómalas en horarios no laborales, intentos de phishing, entre muchas otras amenazas”, explica Jorge Ríos, Head of Operation Center de Orión.
En un escenario regional marcado por el aumento sostenido de los ciberataques y por amenazas cada vez más difíciles de distinguir del comportamiento normal de los sistemas, la adopción de tecnologías basadas en inteligencia artificial comienza a dejar de ser una opción para transformarse en una necesidad. Cada vez se vuelve más clave no solo responder a incidentes, sino anticipar riesgos, proteger la continuidad operativa y adaptarse a un contexto digital donde la velocidad y la complejidad de los ataques continúan en aumento.