Retomar la rutina de ejercicios después de un período de inactividad es una meta común, especialmente tras vacaciones, lesiones o cambios en la rutina diaria, como lo fue recientemente la semana de Fiestas Patrias. Sin embargo, hacerlo de manera brusca y sin precaución puede provocar frustración o incluso daños corporales que retrasen el proceso.
“Es importante considerar la paciencia, la planificación y entender que el cuerpo necesita un tiempo de readaptación. No se trata de volver al mismo nivel que antes de la pausa de inmediato, sino de progresar poco a poco para volver a generar las adaptaciones anatómicas y no perder motivación en el camino”, explica Jorge Pizarro, Gerente Técnico de Smart Fit.
Un aspecto clave es comenzar con entrenamientos progresivos. Sesiones más cortas y de menor intensidad son la mejor forma de recuperar fuerza y resistencia. Con el paso de los días, es posible aumentar la carga, siempre de manera gradual. Otro punto importante es la combinación de ejercicios de fuerza y cardio para recuperar masa muscular, mejorar la capacidad pulmonar y la resistencia. Esta dupla, aplicada de manera equilibrada, facilita la adaptación al entrenamiento completo y mejora la condición física general.
“Es importante considerar la paciencia, la planificación y entender que el cuerpo necesita un tiempo de readaptación. No se trata de volver al mismo nivel que antes de la pausa de inmediato, sino de progresar poco a poco para volver a generar las adaptaciones anatómicas y no perder motivación en el camino”, agrega el experto.
Finalmente, apoyarse en profesionales puede marcar la diferencia. La asesoría de entrenadores o programas guiados evita errores comunes y garantiza rutinas adaptadas a las necesidades de cada persona. En Smart Fit, los alumnos cuentan con distintos servicios complementarios a contratar y herramientas digitales -aplicación de Smart Fit- que acompañan en este camino de regreso.