Por Catherine Railhet, Gerente de Recursos Humanos en Natura &Co.
Actualmente, desde quienes nos gobiernan hasta los líderes de organizaciones públicas y el mundo privado, debemos ser capaces de enfrentar el gran reto de convocar y apoyar a las personas con quienes trabajamos y, sobre todo, acortar las distancias del trabajo remoto, anteponiéndonos a posibles futuras brechas para formar jóvenes profesionales capacitados, sin olvidar que detrás de cada pasante, hay una persona.
Y aunque para muchos el debate se centra en cómo será el mundo laboral post pandemia, recordemos que hoy en el Día del Practicante, una generación de jóvenes enfrenta el desafío de iniciar a una nueva etapa de vida a distancia, a veces incluso sin conocer la cara de las personas con quienes trabajarán diariamente.
Como empresa, nuestras metas deben enfocarse en garantizar que cada pasante sepa implementar el conocimiento adquirido y tenga herramientas cada vez más sólidas, pero también que sus vivencias sean una experiencia motivante para seguir creciendo junto con los equipos donde se están desempeñando en sus prácticas. Un crecimiento que, por cierto, anhelamos también sea personal. Por eso, en Natura, el proceso completo contempla una serie de etapas escalonadas, que permiten que las pasantías sean tiempos para empaparse de nuestra cultura corporativa, tener evaluaciones, recibir feedback, como también recibir mayores beneficios a lo largo del proceso.
Tras dos años de teletrabajo y la inmensa presión de una pandemia que nos conllevó a mirar el mundo con una óptica más BANI, siempre es positivo seguir innovando en las formas en las que se puede mantener a los equipos unidos y compenetrados, aunque sea con pantallas de por medio. Mientras sigamos operando bajo esta modalidad, recordemos que cada persona importa y sigamos cuidándonos todos. Asumamos con aun más ímpetu y fuerza la tarea de colocar los pasantes al centro para que puedan crecer en ambientes ágiles, solidarios y flexibles como también puedan ayudar a co-crear nuevas dinámicas laborales y una cultura abierta, tal como lo hacemos en Natura.
Por sobre todo, recordemos que insertarse en nuevos equipos no siempre es fácil, guiémoslos desde la empatía… Estoy segura de que, ubicando a las personas al centro, nuestros equipos saldrán fortalecidos en este nuevo contexto laboral.