El impacto de los ciberataques en la cultura organizacional de las empresas

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De acuerdo con un estudio realizado este año por el Foro Económico Mundial, arrojó que un 72% de los participantes reportó un incremento en los riesgos cibernéticos a nivel organizacional. Asimismo, cerca de la mitad de las empresas identificó el uso indebido de la IA generativa como su principal amenaza, y más del 40% indicó haber experimentado ataques exitosos de ingeniería social en los últimos doce meses.

En este contexto, el “Mes de la Concienciación sobre Ciberseguridad” es una campaña promovida por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, que busca impulsar una llamada a la acción tanto para individuos como para organizaciones, recordando que es posible protegerse de los peligros mediante medidas simples y eficaces que fortalezcan la seguridad digital en la vida cotidiana y en los entornos laborales.

La experiencia demuestra que además de contar con tecnologías avanzadas, la protección efectiva exige un cambio cultural dentro de la organización. Se trata de instalar la ciberseguridad como un valor transversal, donde cada persona entienda que su rol es clave para prevenir incidentes.

“La concientización en ciberseguridad no es un evento aislado ni una capacitación anual que se marca como cumplida. Es un proceso constante, parte de la vida cotidiana de la empresa, que requiere inversión, liderazgo y coherencia en el tiempo”, explica Mario Barrera, director Comercial de Nubatech.

El compromiso organizacional también implica invertir en capacidades. Esto significa reconocer que el riesgo cibernético es cambiante y que las amenazas evolucionan con rapidez. “Las empresas deben asumir que la ciberseguridad no se resuelve con una sola herramienta ni con un esfuerzo puntual. Requiere una estrategia integral que combine cultura, procesos y soluciones tecnológicas avanzadas”, sostiene el ejecutivo.

En el mercado ya existen soluciones que responden a esta necesidad de forma innovadora, como las plataformas unificadas de gestión de riesgos cibernéticos, que integran inteligencia de amenazas, análisis de datos, protección proactiva y respuesta en tiempo real. También destacan tecnologías que detectan y bloquean intentos de suplantación de identidad mediante el análisis de comportamiento de usuarios y dispositivos, contribuyendo a resguardar tanto a las empresas como a sus clientes frente al creciente fraude digital.

El gran desafío, según Barrera, es lograr que la ciberseguridad deje de percibirse como una carga operativa o un asunto exclusivo del área de TI. “Debemos transformarla en un valor organizacional, parte de la cultura corporativa, porque solo así lograremos una verdadera resiliencia frente a las amenazas digitales. Al final del día, proteger los datos y los sistemas significa proteger la reputación, la continuidad del negocio y, sobre todo, la confianza de quienes depositan en la empresa su información más sensible”.