Esta es la presión social y ambiental que los jóvenes están ejerciendo sobre las empresas

● Los consumidores y empleados jóvenes están impulsando una transformación que obliga a las empresas a demostrar compromisos reales y coherentes con el entorno y la sociedad. ● Esther González Arnedo, Directora del Máster en Recursos Humanos y Desarrollo de Talento de EAE Business School, perteneciente a la red de educación superior Planeta Formación y Universidades, analiza el nuevo compromiso social y ambiental que las empresas deben adquirir para abrir espacio a nuevos talentos.

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Sin sostenibilidad no hay nuevo talento. Esa es la presión que las empresas deben afrontar hoy, donde las acciones deben ir en concordancia con los discursos que las compañías emiten al mundo. Y en Chile, las empresas están tomando conciencia de esta nueva realidad.

Según el Ranking de Sostenibilidad Empresarial de Chile 2025, la dimensión social, junto con la ambiental son las más desarrolladas entre las 150 empresas medidas para esta premiación. El país ha sido pionero en el continente en materia de estrategias de sustentabilidad. Una de las más destacadas, por ejemplo, ha sido la Ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor), que conmina a los fabricantes e importadores a hacerse cargo de los residuos de sus productos y fomentar el reciclaje. Y no se puede dejar de mencionar el compromiso que se tiene con la energía. Se proyecta que para 2030, el 70% de la matriz energética será renovable.

Sin embargo, todavía hay muchos desafíos, y las empresas deben cuidarse de no hacer promesas. Las nuevas generaciones están siendo muy enfáticas, ya que buscan no solo consumir o empatizar con una marca, sino pertenecer a ella. Informes sobre las tendencias en el mercado laboral de las nuevas generaciones, desde los millennials hasta los centennials, confirman una conciencia social y medioambiental elevada. Así lo explica Esther González Arnedo, Directora del Máster en RRHH y Desarrollo de Talento de EAE Business School, perteneciente a la red de educación superior Planeta Formación y Universidades.

«Es por ello que revisan cuidadosamente (mucho más que las generaciones anteriores) toda la información sobre las RSCs de las compañías, sus políticas sociales y medioambientales», indica la docente. «Prefieren aplicar a compañías que demuestren un compromiso social y medioambiental claro. Buscan, de hecho, trabajar en empresas cuya RSC (Responsabilidad Social Corporativa) esté alineada con sus valores personales».

Propuesta de valor como empleador

El inevitable cambio generacional y los desafíos para convocar y retener al talento humano joven, mucho más crítico y exigente, está llevando a las organizaciones a que incorporen incentivos que refuercen el sentido de propósito.

«Todas las empresas que busquen talento están poniendo en marcha estrategias de employer branding para atraer a los candidatos adecuados, y eso significa poner mayor foco en toda la propuesta de valor como empleador», detalla la experta de EAE Business School. «No se trata solo de hablar de condiciones económicas o ambiente de trabajo, sino también de la contribución que la empresa está haciendo a la sociedad: diversidad, sostenibilidad, trabajo justo, respeto al medio ambiente».

Días libres a trabajadores que colaboran con actividades de voluntariado para temas de medioambiente, disposición a igualar donaciones que realicen sus empleados a las ONG, son algunas de las prácticas con las que se busca generar sentido de pertenencia entre los empleados.

Compromiso real

Pero más allá de los incentivos, el discurso coherente es la clave. No hay nada más riesgoso que simular un compromiso, pues si no es real, puede poner en jaque la reputación de las organizaciones. Es lo que los expertos llaman greenwashing, cada vez más detectable por parte de las nuevas audiencias. La falta de sinceridad pasa factura muy rápido

Por eso, las compañías deben integrar la sostenibilidad en su estrategia central, no solo en el marketing.

La experta de EAE Business School explica que el primer paso para hacer esto correctamente, se debe revisar la estrategia y decidir qué líneas de actuación son más valiosas dentro de la compañía: diversidad, equidad, inclusión, sostenibilidad, gobernanza, etc. Según lo que sea más valioso y alineado a cada empresa, se debe trazar un plan a corto, mediano y largo plazo y hacerle seguimiento a la ejecución de estas iniciativas.

«No puede reducirse todo a acciones puntuales o propuestas voluntaristas sin continuidad», advierte Esther González. «Mi mensaje es que es más importante hacer poco pero muy bien, que mucho y mal».