Por Guillermo Galán, ginecólogo y miembro honorario de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología.
La llegada de los métodos anticonceptivos revolucionó al mundo y se considera el mayor invento del siglo XX a favor de la libertad femenina. En un estudio reciente realizado a un grupo de mujeres, se observó que el 60% de las encuestadas comenzó a utilizar anticonceptivos entre los 15 y 20 años. A su vez, el 30% de ellas no usa métodos para el control de la natalidad.
La “píldora” es el método más usado en el mundo. Sin embargo, la ciencia nos ha entregado nuevos métodos, por ejemplo España y Chile lideran en el uso del anillo vaginal anticonceptivo mensual. Este consiste en un anticonceptivo eficaz, fácil de usar, sin que se deba recordar su administración a diario y muy aceptado por la mujer.
Y sabemos que la evidencia está dado por la experiencia de uso, es decir que después de un tiempo de uso de otros métodos, como píldora o parche, hay un porcentaje importante de usuarias que se cambian al anillo como resultado de una buena consejería y orientación del médico o matrona hacia la usuaria.
Es por esto que la reflexión es que la mujer debe estar asesorada en la elección y uso de métodos de anticoncepción modernos. Debemos pensar que hoy la actividad sexual comienza en un gran número de casos con la menarquia y no tiene fines reproductivos, es solo ritual. Dicho esto y reconociendo que la mayoría de los embarazos son no deseados, nos enfrentamos a una problemática nacional con el que estamos en deuda con las mujeres de nuestro país.