Por Bruno Toldo, Chief Medical Information Officer, Infor Latam.
Las instituciones de salud están experimentando en el mundo entero un momento de transformación digital llamada Salud 4.0, donde las nuevas tecnologías impulsan el sector hacia terrenos insospechados. Como en cualquier otra actividad que implementa nuevas innovaciones, el foco de éstas debe estar dirigido hacia el usuario, ya sea público interno o bien profesionales que tendrán que relacionarse con nuevas herramientas. Incluso, este nuevo contexto también abarca la vinculación entre empresas de salud con pacientes y sus familiares.
La aceleración de la digitalización de los procesos, producto de la pandemia de Covid-19, también ocurrió en el sector de la salud. La telemedicina se volvió una realidad más presente en lo cotidiano y cada día las tecnologías como SaaS (Software as a Service), Internet de las Cosas (IoT), Inteligencia Artificial (IA) y Big Data prácticamente se han transformado en una realidad para los profesionales de la salud.
Estas tecnologías sumadas a las nuevas redes crean un escenario de aumento en la trasmisión de los datos, los cuales se colectan, analizan y utilizan con foco en la seguridad y en los beneficios del paciente. A su vez, posibilitan una mejora en la gestión de las empresas de salud e implementan una atención con un formato más personalizado, además del desarrollo de mejores políticas públicas de salud.
Es en este nuevo escenario en donde la red de datos -la integración de información en una plataforma interconectada atingente a clientes, usuarios internos y prestadores de servicios- fue señalada por las consultoras especializadas en tecnología como una de las tendencias estratégicas de tecnología para 2022.
El desarrollo de las redes de internet genera un mercado para nuevos dispositivos móviles y wearables, que pueden llegar a poblaciones que viven lejos de los grandes centros urbanos. A ello se suma que las empresas de salud precisan usar repositorios digitales capaces de almacenar de forma organizada los registros electrónicos de salud (EHR – Electronic Health Records) y archivos del patrón HL7 FHIR (Fast Healthcare Interoperability Resource).
Como en cualquier otro sector que atraviesa está transformación, los recursos tecnológicos deben optimizar la colaboración con el profesional para disminuir el desgaste del trabajador y aumentar su eficiencia en la realización de las tareas diarias. Además, el modelo de prestación en la salud pasa por una transformación en la remuneración, la cual debe adoptarse el honorario del performance, que evalúa la relación entre las acciones tomadas por el equipo médico y el costo para lograrlo. Esto termina por priorizar la calificación y la optimización de los procedimientos ofrecido por los proveedores de salud.
La combinación de estas herramientas y el almacenamiento de los datos de forma organizada puede mejorar el servicio de salud. Lo anterior, al integrar flujos de negocios y clínicos con el objetivo de organizar los procesos internos para optimizar el desempeño y facilitar el día a día de los profesionales del sector, entre ellos, médicos y equipos de enfermería, y también a los equipos administrativos.
El uso inteligente de los datos administrativos y clínicos, además de su disponibilidad en un repositorio digital, posibilita la disponibilidad de informaciones financieras y gerenciales para ser compartidas con los equipos administrativos, proveedores, empresas del sector de salud y organismos gubernamentales. Estas informaciones pueden ayudar en la toma de decisiones sobre la asignación de recursos como medicamentos e insumos médicos hospitalarios junto con auxiliar en el monitoreo de las actividades de los funcionarios para informar los sistemas de costos.
Sin embargo, para prosperar en mercados orientados al bienestar del paciente, los sistemas de salud también deben tener presente el desarrollo de plataformas operacionales que ofrezcan mejores servicios, a precios más bajos y con una mayor excelencia en la atención. Esto incluye la conectividad digital mejorada con los pacientes y sus familiares.
Lo anterior, contribuirá a que los profesionales del sector de la salud puedan recurrir a herramientas de búsqueda que permitan generar reportes, hacer análisis de gestión, análisis predictivos y paneles focalizados en el paciente, ya sea en el perfil poblacional, entre otros.
Sin duda, este sector está transitando rápidamente hacia la personalización en la entrega de servicios de acuerdo con la conveniencia y las preferencias de los pacientes. A ello se suma que los sistemas de salud también tendrán que incorporar datos individualizados con informaciones presentes en el genoma y en las características de un individuo para adaptar el tratamiento individualizado, y según el estilo de vida que aumentarán el bienestar y la longevidad de las personas. Estamos en un momento de grandes cambios y al final de esta década, la salud como la conocemos hoy no existirá más. Es así que el uso estratégico de los datos se vuelve primordial para garantizar la buena atención y sustentabilidad de este importante ámbito de nuestra sociedad.