Wi-Fi 7 hoy, Wi-Fi 8 mañana: por qué la confiabilidad es el nuevo estándar

85

Por Decio Farías, Business Development Manager Cono Sur de MediaTek

Desde MediaTek, como parte de la industria que impulsa la evolución del Wi-Fi, entendemos que esta tecnología atraviesa una nueva etapa. Durante años, el foco estuvo puesto principalmente en aumentar la velocidad y el ancho de banda disponible. Esa evolución fue necesaria y permitió acompañar el crecimiento del consumo digital. Sin embargo, el contexto actual plantea un desafío distinto: ya no alcanza con conexiones cada vez más rápidas si estas no son estables, predecibles y confiables en escenarios reales y cada vez más exigentes.

Hoy, el Wi-Fi es la base sobre la que se apoyan actividades críticas de la vida cotidiana. El trabajo remoto, la educación a distancia, las comunicaciones en tiempo real y los servicios digitales requieren una conectividad que funcione de manera consistente, incluso en entornos congestionados y con múltiples dispositivos conectados al mismo tiempo. En ese sentido, la experiencia del usuario dejó en evidencia que la velocidad teórica, por sí sola, no garantiza una buena conexión.

En esta línea, el Wi-Fi 7 – que comienza a consolidarse a partir de 2025 – representa un avance relevante en esta dirección. Introduce mejoras clave en eficiencia y latencia, y aprovecha mejor el espectro disponible en las bandas de 2,4 GHz, 5 GHz y 6 GHz. Estas capacidades permiten un uso más inteligente de los recursos existentes y una experiencia más fluida, especialmente en escenarios donde conviven múltiples aplicaciones y dispositivos.

Sin embargo, en la industria ya proyectamos el siguiente paso. Wi-Fi 8 apunta a ir más allá de las mejoras incrementales y pone el foco en la confiabilidad ultra alta, particularmente en entornos con múltiples puntos de acceso y alta densidad de dispositivos. Este cambio de enfoque refleja una comprensión más madura de las necesidades actuales: redes que no solo rindan bien en condiciones ideales, sino que mantengan su desempeño de forma consistente en situaciones complejas.

Este giro responde a una realidad concreta. Una conexión que falla de manera intermitente impacta directamente en la productividad, en la calidad de las comunicaciones y en la continuidad de los servicios digitales. Como compañía, hemos acompañado esta evolución integrando tecnologías como Multi-Link Operation y Target Wake Time, orientadas precisamente a mejorar la estabilidad de la red y la eficiencia del uso del espectro.

El Wi-Fi 7 representa el punto más alto alcanzado hasta ahora en términos de rendimiento y eficiencia. Wi-Fi 8, en cambio, anticipa una nueva etapa, en la que la confiabilidad deja de ser un atributo deseable para convertirse en el nuevo estándar de la conectividad inalámbrica, pero que nos desafía a crear dispositivos más capaces que aporten desde el hardware a seguir mejorando la vida de las personas.